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- Created: 16 Xaneiro 2008 16 Xaneiro 2008
¡Feliz cumpreanos Felipe!

No día do cumpreanos do querido amigo e fiel usuario de camarinas.eu Felipe Campaña Carril decidín repescar do noso libro de familia unha das mellores composicións que se escribiron no mesmo, e ésta non podía ser de outro que do noso xenial Bufardo o cal dedícalle á Familia Lin o seguinte relato:
LA LICENCIA DE PESCA EN EL CORREDOR DE LA MUERTE:
Yo soy una licencia como otras muchas. Nací en un mes cualquiera de un año que poco importa. Mi alumbramiento tuvo lugar en un despacho, y tras ser plastificada pasé a ser compañera inseparable de un barco y su patrón.
Mi vida ha transcurrido entre golpes de mar, ese mar tenebroso que vigila el Vilán. Pero el golpe más duro lo sufrí hace unos meses, cuando fui arrebatada de las manos de mi amo. Esas manos grandes, llenas de honradez e ilusiones.
Ahora vivo olvidada en el cajón de un despacho y me acarician otras manos. Unas manos que ya no huelen a sardina o jurel, que ya no saben a mar y a sal. Estas son las manos de una mujer, rociadas por un caro perfume de Coco Chanel comprado en las rebajas de enero del Corte Inglés, o fruto del regalo de algún admirador secreto.
Comparto mi cajón con otras licencias, expedientes de denuncias y multitud de leyes y papeles de los que no entiendo su significado, al igual que tampoco entiendo qué hago aquí encerrada, ni el cómo ni el porqué de mi situación.
He oído por los pasillos que soy una especie de trofeo, como una cabeza disecada de un animal traído de un safari africano. Y hasta he escuchado en alguna ocasión que nunca volvería a mi casa, e incluso que me llegarán a sacrificar como se sacrifica a un inocente cordero.
Con mi muerte no conseguirán nada. Sólo hambre y desolación, pues de mi vida depende también el pan de cada día de muchos hombres, mujeres y niños.
Se me endulzan los ojos cuando pienso en mi barco, convertido en un navío sin nombre, sin patria y sin bandera, fondeado en el puerto del olvido
Sigo aletargada dentro del oscuro cajón anhelando volver con todos vosotros.
Sra. Conselleira, cual frase del Nazareno antes de su injusta muerte, le digo: En sus manos encomiendo mi espíritu.
Fdo. Bufardo.
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